Unijepol, junto a otras entidades comprometidas con la seguridad vial -como AESLEME- presentará a la Dirección General de Tráfico una propuesta para incluir en la nueva Ley de Seguridad Vial, para que la formación de los futuros conductores incluya un determinado número de horas presenciales y obligatorias cuyo contenido se base en la percepción del riesgo, toma de decisiones y consecuencias de los siniestros viales.
La idea es que, además de la normativa, también se trabaje sobre «las actitudes» de los/as conductores/as.
Pedimos que estas horas de sensibilización sean presenciales y obligatorias y tengan lugar cuando la persona ha aprobado el teórico y antes de que empiece las clases prácticas.
Está claro que tendría que impartirse en centros de formación vial acreditados por la Dirección General de Tráfico, y que se debería contar con lesionados o familiares de víctimas, al igual que con psicólogos, pues hablamos de actitudes o cambio de actitudes.